viernes, 24 de octubre de 2008
Más providencia
Ayer se incendió un autobús que cubría la línea SE 763 Estación de Cercanías de Fuencarral-Telefónica sobre las 13:45. Afortunadamente, los dos o tres viajeros (no se ponen de acuerdo las fuentes de la noticia) y el conductor no sufrieron ningún tipo de daños al haber desalojado el coche minutos antes porque olía a quemado.
miércoles, 22 de octubre de 2008
Casualidad providencial
Se acaba de caer un cristal del edificio Este 2, precedido de un hierro.
Por suerte no ha pillado a nadie debajo...
Cómo mola distrito C [aunque no lo parezca, todavía queda otro cristal, vamos que no te puedes tirar desde ahí]. El suelo está lleno de los millones de cristalitos en que se ha roto, y tienen cortado el paso...¡como si nos gustara pasar por debajo!...
Se ha caído a la 9 de la mañana, en la entrada al edificio. Supongo que el
hierro es esa especie de perfil que debería estar encima del hueco, vertical.
Habrá que elegir con buen tino la hora de entrada a los edificios...
viernes, 3 de octubre de 2008
Retirada de vehículos
Retirada de vehículosTomamos nota. Se agradece el detalle de avisar.
La Policía Municipal nos ha informado de que desde el próximo lunes día 6 de octubre, y durante esa semana, va a proceder a retirar los vehículos mal estacionados bajo el puente de la M-40, en la glorieta del Edificio Central y la zona del perímetro entre las plazas Sur y Oeste.
Os recordamos, no obstante, que existe, frente a la entrada del Metro una amplia superficie no asfaltada donde es posible estacionar el vehículo.
Un saludo
lunes, 9 de junio de 2008
Ni el cuarenta de mayo
Seguro que la culpa la tiene el maldito calentamiento global.
Por cierto, ¿cómo se sabe si llueve cuando llegas en metro al distrito C? (No vale decir que ya llovía cuando entré en el metro).
miércoles, 20 de febrero de 2008
Intercambiadores o cómo el marketing oculta la verdadera trampa alienadora
Como adiosgracias no debo utilizar –¡por ahora!- los servicios en cola de espera hospitalarios y hablaría sin conocimiento de causa directo, sí puedo sin embargo hablar de los intercambiadores pasados, presentes y futuros. Mi teoría (entiéndase como la modesta opinión del firmante de esta entrada) es la siguiente:
Un intercambiador es un subterráneo en donde enterrar el transporte público para dejar sitio en superficie al privado, ocultando así a los usuarios de éste último la molesta presencia de los pringados usuarios de aquél a la par que despejarles el asfalto de su aparatosa presencia… El marketing vende este producto pensando en los detentadores de motor individual propio consolándoles en su diaria infracción medioambiental con la venta de una supuesta ventaja en el vía crucis diario al ninguneando proletariado del vehículo público.
Algún eco de “deficiencias de señalización”, diseño polémico de ubicación y organización de paradas, etc me ha llegado de la puesta en servicio del de Moncloa –que sirvió con ocasión de su ahora 2ª inauguración parcial para un episodio más de la programada distracción perpetrada con el tomatoso asunto Espe-Gallardón-. No he usado mas que circunstancialmente ese intercambiador antes de la ampliación, y sé sus recorridos en zigzag para localizar acceso a otras líneas y a las paradas de bus –algunas fuera, para alivio propio, como la que lleva(ba) al CNSO de Aravaca- pero sé aún más al detalle lo que el de Avda. América me ha supuesto y lo que va a representar el de Plaza de Castilla si como me temo su filosofía es idéntica: Condenarnos a la inmunda subterraneidad a los esclavos del transporte público. Bajo el señuelo de aproximar e interconectar los flujos de tren y bus entre sí, se nos obliga a soportar insanas concentraciones en alvéolos enterrados -que mal mantenidos una vez acabada la obra, los convierte en viejos-, establecimientos de franquicia cutres, polvo, ruido y …contaminación (ésta apenas resuelta por cuatro ventiladores).
Lavabos y placa de inauguración del intercambiador de Plza. de Castilla
Hurtándonos el cielo de las plazas o avenidas que albergaban las paradas para dárselos a los vehículos particulares, se nos vende la moto de que nos agilizan el transbordo…¿Lo consigue el ubicar la parada en una raquítica dársena desconocida de una planta indeterminada a la que llegar en aparatosa fila india por escaleras infradimensionadas? Los mayores que gustamos del bus por el ahorro de escaleras y pasillos, la visión del paisaje urbano y la captura de emisoras de radio, nos las tenemos que ver de nuevo con la multitud y el estrés de esa infraciudad a lo Metrópolis cada vez más parecida a la ideada por Fritz Lang.
(*) Esta metáfora puede haber quedado antigua debido a las pantallas planas ;-)
viernes, 15 de febrero de 2008
Mentiras, Barro y Multas de tráfico
Mentiras: Habría medios de comunicación suficientes. La realidad es que el metro presenta un servicio muy lento y de poca capacidad en horas punta.
Barro: Habrá aparcamiento bajo superficie y en superfice para la gente que 'prefiera' usar su vehículo privado. La realidad es que NO hay aparcamiento en superficie. Es muy insuficiente y los coches aparcan en el barro, en varias parcelas que han sido invadidas por los coches. Cuando llueve todo es un barrizal horrible y sucio.
Multas de tráfico. De vez en cuando la policía municipal hace una ronda por la Ronda, poniendo recetas a los coches aparcados en medianas y en paradas de bus.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Record Mundial
jueves, 7 de febrero de 2008
Tres Olivos, Tres Cruces están clavadas
Pues bien, eso cada día es la norma para acceder al derecho a cobrar para el condumio conforme al deber de llegar al distrito C en tiempo y forma…
Tradiciones no solo grecolatinas dan al número “tres” un importante lugar en la vida (consciente e inconsciente), bien aprovechada por las religiones, que también sobre “sólidos” trípodes han fundamentado mitos y leyendas, la de más amplio eco –por la hilaridad que a algunos nos produce- la de la Santísima Trinidad.
Sin llegar tan lejos en cuanto a transcendencia pero sí con recalcitrante regularidad, cada mañana (sobre todo si es algo después de las 8:00 h) el número “tres” se me aparece con incómodo retintín en cuanto abordo el transbordo de Tres Olivos: (1) Despropósito en el diseño, (2) Desprecio de la demanda y (3) Gratuita humillación diaria.
(1) Los usuarios nos rompemos la cabeza –seguramente para romper mediante pensamientos el tedio que produce no poder siquiera leer, tan apretados llegamos- preguntándonos cómo diantres diseñaron cortada en dos la línea 10 hacia el Norte para compatibilizar dicotomías de no se sabe qué tramos de frecuencia horaria de trenes o requisitos de tamaño de éstos según empiece o no a llamarse (o cobrarse solo desde RdlaC como) MetroNorte: La realidad es que si muchos somos los que llegamos a Tres Olivos, muchos también somos los que literalmente nos empaquetamos en un tren con menos vagones aún, a acoger también por añadidura a los que ya habían llegado en uno y hasta dos trenes precedentes.
(2) La falta de previsión respecto al número de pasajeros que utilizarían la línea no justifica que no deban tomarse medidas reparadoras. Ya sé que rehacer su trayectoria sin el desaguisado con tufillo especulativo en que consiste el hilarante recorrido Montecarmelo-Las Tablas que recuerda a esos viajes a “ninguna parte” ¡durante 3'39"!- ya no puede ser: Había que acabarlo antes de las municipales, y lo hecho, hecho está. Pero ¿es mucho pedir aumentar entonces la frecuencia horaria del tramo MetroNorte, e incluso añadirle algún vagoncito más…?¿O es que la estación sólo se diseñó para dar cabida a los que vayan a su casa de la Moraleja a las 11 de la noche?
(3) ¿Es necesario con ya semejantes inconvenientes someter a los usuarios a vejaciones adicionales cuales son picar de nuevo el billete (en dirección Sur) o redireccionarnos hacia los tornos para cambiar de andén (en dirección Norte), produciendo un espectacular efecto Venturi (al concentrar el flujo de personas que literalmente corren y se dan codazos) angustiados por la posible pérdida del tren que amenaza –cumpliendo casi siempre- con largarse tan pronto logremos cruzar alguno? Sí se lo parece a los gestores de Transportes de la Comunidad o del Ayuntamiento: Si el responsable correspondiente es el tal consejero Lamela, ya entonces sí lo entiendo pues se trataría de la extensión a los usuarios del metro de su piadoso concepto de las virtudes del sufrimiento, que aplicó acusando sin contemplaciones de asesinos a los médicos que practicaban las sedaciones prescritas para enfermos terminales. ¿Seremos nosotros los siguientes conejillos de indias para comprobación del umbral de sufrimiento asumible tras su estratégica salida de la Consejería de Sanidad? Si fuera así, entendería que ya es tener “mono” de j…r lo que tiene este personaje, más propio del de la novela de Bram Stoker si no del original de Vladia.